En este artículo trataremos de explicar de manera general la definición de actividad empresarial y las diferentes características de las empresas respecto a las actividades a las que se dedican. La actividad empresarial es un proceso con fines comerciales o industriales para el beneficio de cualquier empresa. Por lo tanto, la definición de actividad empresarial supone el desarrollo de cualquier compañía con el fin de conseguir aumentar sus ganancias y su potencial en un mercado competitivo. Dependiendo de la tipología de la empresa, encontraremos diferentes actividades empresariales según las características de la misma.
Ampliando este concepto, la actividad empresarial es toda aquella acción que una empresa lleva a cabo con el objetivo final de producir y comercializar sus bienes o servicios, generando ingresos a la empresa y, por lo tanto, generando un volumen monetario para agrandar sus ganancias y ganar, posteriormente, un volumen de tamaño interno mayor para evolucionar.
Por ello y para conseguir este objetivo, todas las tareas o actividades que se realicen en el interior de toda empresa, necesitan ser supervisadas por una correcta gestión interna de la empresa y de capital, organizando los recursos materiales de los cuales se dispone, además de los recursos humanos disponibles en la empresa para llevar a cabo el desarrollo de las actividades empresariales.
Diferentes tipos de actividad empresarial según el carácter de la empresa
Como hemos mencionado anteriormente, la amplitud de la definición de actividad empresarial nos lleva a conocer las diferentes actividades existentes según la tipología de cada empresa. Por esta razón, redactamos a continuación las diferentes actividades empresariales que podemos encontrar según el carácter de la empresa divididos por sectores o entornos laborales:
- Empresas del sector primario: Todas aquellas empresas cuyas actividades empresariales son sobre el resultado de la transformación de los recursos naturales. En esta clasificación encontramos la pesca, ganadería, agricultura, silvicultura, caza, apicultura y acuicultura.
- Empresas del sector secundario: Supone todas aquellas actividades empresariales relacionadas con la transformación o extracción de las materas primas. Dentro del sector industrial, encontramos otro tipo de clasificación según su desarrollo de actividad empresarial:
- Empresas extractivas: aquellas que se dedican únicamente a la explotación de recursos naturales, tanto renovables como no renovables.
- Empresas manufactureras: aquellas que transforman la materia en un producto final. Encontramos dos subcategorías en el interior de esta tipología, que son las manufactureras de producción, que son aquellas que satisfacen a las empresas previas al consumidor directo, y las empresas de consumo final, que se dirigen a cubrir las necesidades de los consumidores.
- Empresas del sector terciario: enfocadas a la compra-venta de los bienes y servicios. En el caso de las empresas comerciales, encontramos empresas de carácter mayorista, minorista y comisionista, esta última se trata de una tipología de empresa que funciona como intermediaria, ya que lo que vende no forma parte de su propiedad.
Por otro lado, encontramos empresas enfocadas a los servicios tales como empresas de turismo, transporte, servicio público, etc. - Empresas del sector cuaternario: en cuanto a este último sector, las empresas que encontramos tienen como actividad empresarial el fomento del conocimiento, por ello encontramos empresas relacionadas con este ámbito: empresas de información, consultoría, tecnología, investigación y desarrollo.
Definición de actividad empresarial en el marco legal de la PRL
El artículo 2 del RD 171/2004, de 30 de enero, que desarrolla el art.24 de la Ley 31/1995, de 8 de noviembre, de Prevención de Riesgos Laborales, desarrolla definiciones de interés relativa a la coordinación de las actividades empresariales que pasamos a comentar:
- Centro de trabajo: cualquier área, edificada o no, en la que los trabajadores deban permanecer o a la que deban acceder por razón de su trabajo.
- Empresario titular del centro de trabajo: la persona que tiene la capacidad de poner a disposición y gestionar el centro de trabajo.
- Empresario principal: el empresario que contrata o subcontrata con otros la realización de obras o servicios correspondientes a la propia actividad de aquél y que se desarrollan en su propio centro de trabajo.
Estas definiciones son importantes para poder garantizar la correcta efectividad de la coordinación de actividades empresariales y los objetivos que marca el art.3 que encontramos en la ley 31/1995, de 8 de noviembre, de Prevención de Riesgos Laborales y que señala como de obligado cumplimiento. Objetivos que tienen como fin eliminar y/(o minimizar los riesgos laborales derivados de la concurrencia de actividades empresariales. Son los siguientes
- La aplicación coherente y responsable de los principios de la acción preventiva establecidos en el artículo 15 de la Ley 31/1995, de 8 de noviembre, de Prevención de Riesgos Laborales, por las empresas concurrentes en el centro de trabajo.
- La aplicación correcta de los métodos de trabajo por las empresas concurrentes en el centro de trabajo.
- El control de las interacciones de las diferentes actividades desarrolladas en el centro de trabajo, en particular cuando puedan generar riesgos calificados como graves o muy graves o cuando se desarrollen en el centro de trabajo actividades incompatibles entre sí por su incidencia en la seguridad y la salud de los trabajadores.
- La adecuación entre los riesgos existentes en el centro de trabajo que puedan afectar a los trabajadores de las empresas concurrentes y las medidas aplicadas para su prevención.
La desatención de la concurrencia es uno de los errores más frecuentes en el cumplimiento del Real Decreto 171/2004 para la Coordinación de Actividades Empresariales que insta a documentar e intercambiar esa documentación. Si quieres saber cuáles son los principales errores e incumplimientos en la CAE descárgate nuestro información Premium.