En época estival, las condiciones climáticas a las que se encuentran expuestos los trabajadores pueden ser la causa de accidentes de trabajo, algunos de ellos mortales. Según datos del INSHT en el año 2009 se produjeron 53 accidentes laborales causados por calor, el 20 % de los mismos requirieron hospitalización. La causa del problema no es sólo la elevada temperatura, sino la acumulación excesiva de calor en el organismo, que se puede producir tanto por las altas temperaturas, como por el calor que genera el cuerpo en actividades físicas intensas. Además, existen factores personales que incrementan el riesgo de accidente como, por ejemplo, que los trabajadores puedan padecer dolencias previas (enfermedades cardiovasculares o respiratorias, diabetes, etc.)
Se trata de un malestar que se suele experimentar cuando la permanencia en un ambiente excesivamente caluroso exige esfuerzos desmesurados a los mecanismos de los que dispone el organismo para mantener la temperatura interna en 37 grados centígrados. Es decir, se produce por la carga de calor que recibe y acumula el cuerpo y que resulta de la interacción con el espacio ambiental en el que el individuo se encuentra, la ropa que lleva y la actividad física que realiza. Por ello, y como consecuencia de que la intensidad del estrés térmico y la gravedad de sus efectos dependen de estos tres factores, es en el trabajo donde puede producirse mayor estrés por la acción del calor, especialmente en lugares cerrados de mala climatización y ventilación y en trabajos al aire libre. Muchas veces las causas del estrés térmico son fácilmente reconocibles y evitables, pero en otras circunstancias el estrés térmico por calor puede pasar inadvertido y producir graves daños a los trabajadores. Por ello, los especialistas aconsejan a los empresarios informar y formar a los trabajadores sobre los riesgos que entraña el calor, cuidar la aclimatación, ventilación y temperatura del espacio de trabajo, facilitar la hidratación de los trabajadores, fomentar el uso de prendas que eviten la acumulación de calor, adaptar el ritmo y los horarios de trabajo y establecer pausas durante la jornada cuando se traten de puestos de mucha actividad física.
El estrés térmico por calor resulta especialmente peligroso en los trabajos al aire libre, como en la construcción, la agricultura o en los trabajos de obras públicas, ya que, al tratarse de una situación peligrosa que fundamentalmente se da en los días más calurosos de verano, no suele haber programas específicos de prevención de riesgos como en el caso de los trabajos donde el estrés por calor es un problema a lo largo de todo el año. La exposición al calor puede causar diversos efectos sobre la salud, de diferente gravedad, tales como erupción en la piel, edema en las extremidades, quemaduras, calambres musculares, deshidratación, agotamiento, etc. Pero, sin duda, el efecto más grave de la exposición a situaciones de calor intenso es el golpe de calor. Cuando se produce el llamado golpe de calor, la temperatura corporal supera los 40,6 ºC, siendo mortal entre el 15 % y 25 % de los casos.
Os dejamos el analisis de causas y acciones en de accidente de un trabajador de la construcción por golpe de calor, publicado por el INSHT en su base de datos «Situaciones de Trabajo Peligrosas». BINVAC_042