Ascó II (Tarragona) se ha desconectado la madrugada del sábado 6 de la red eléctrica para empezar la recarga de su combustible, que coincide con la primera transferencia de elementos de combustible gastado desde la piscina de su Unidad I al nuevo Almacén Temporal Individualizado (ATI), según informa en una nota la Asociación Nuclear Ascó Vandellós (ANAV). Los trabajos de esta 21 recarga de combustible dará paso a un nuevo ciclo de operación de 18 meses de la central.
Los trabajos en la central nuclear Ascó II se alargarán durante un plazo aproximado de entre 40 y 50 días, durante los cuales la central estará parada. Entre personal propio de la empresa y de empresas subcontratadas son unos 1.300 los trabajadores en la central, una cifra que en los meses de abril y mayo se duplicará alcanzando los 2.300 trabajadores. En estos dos meses de intenso trabajo, operaciones precisas y concurrencia punta de empresas una correcta coordinación de actividades empresariales es vital para una ejecución segura de los trabajos.
Entre las actuaciones más relevantes que se llevarán a cabo en esta parada, además de la sustitución de 64 de los 157 elementos combustibles, destacan trabajos para mejorar la seguridad y la eficiencia de la central, como la instalación del control digital de calentadores y la sustitución de los recalentadores separadores de humedad (MSRs). A lo largo de la parada se ejecutarán más de 10.400 órdenes de trabajo, de las cuales un 76 % corresponde a tareas de mantenimiento preventivo e inspecciones, un 4 % a trabajos correctivos, un 5 % a trabajos auxiliares y el 15 % restante a modificaciones de diseño de la central.
Uno de los trabajos de envergadura que se completará durante esta recarga es la instalación del control digital de los calentadores, que supone la digitalización de todos los niveles de agua de los tanques y calentadores del sistema secundario de la central. Además se sustituirán los recalentadores separadores de humedad (MSR’s), que tienen la función de adecuar las características del vapor de salida de la turbina de alta presión para evitar la humedad en el vapor que pasa a la turbina de baja presión y así protegerla y mejorar su eficiencia. Y se cambiará el actual sistema informático que gestiona la operación de la central SAMO (Sistema de Apoyo Mecanizado a la Operación), por su nueva versión OVATION, que mejorará el proceso de gestión de la información, siempre según ANAV. Igualmente se realizarán modificaciones de diseño y trabajos para cumplir las instrucciones técnicas complementarias emitidas por el Consejo de Seguridad Nuclear como resultado de las pruebas de resistencia llevadas a cabo en Ascó, tras el accidente de Fukushima.
Fuente: El País Digital