JornadaLa jornada técnica, que tuvo lugar en Madrid el pasado 8 de mayo bajo el título “Seguridad y salud en las actividades de conservación y mantenimiento” generó un debate sobre estas tareas especializadas que, con frecuencia, se contratan siendo realizadas sin contar con un proyecto adecuado. Muchos de estos trabajos están bajo el paraguas de la construcción en la categoría de “obras sin proyectar”, por lo que necesitan que se realice una pertinente coordinación de seguridad.

La apertura institucional de la jornada corrió a cargo de Rafael Caballero, consejero técnico del Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo (INSHT), quien determinó que “la seguridad es cada vez más una herramienta de competitividad siendo necesario el compromiso empresarial para conseguir la calidad laboral”. Caballero cifró en más de 150 mil las personas empleadas en nuestro país en actividades de conservación y mantenimiento con más de 4 mil empresas subcontratadas, siendo dicha subcontratación, junto con la escasez de trabajadores cualificados en estas actividades –quienes deben mejorar su formación–, factores a tener en cuenta. El consejero técnico del INSHT concluyó que, como principio de mejora básico, “hay que integrar la gestión de la seguridad y la salud en la gestión del mantenimiento”.

Posteriormente, tuvieron lugar dos interesantes mesas redondas centradas en los ámbitos de conservación industrial y el mantenimiento de infraestructuras, desde la perspectiva de seguridad y salud.

En la mesa sobre “seguridad y salud en actividades de mantenimiento industrial” intervinieron Fernando Guerrero, jefe del Servicio de Prevención de la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre (FNMT), Laura Merino, responsable de Seguridad de la Federación Empresarial de la Industria Química Española (FEIQUE), y César Velayos, vocal de la asociación de Empresas de Coordinación de Seguridad y Salud (ECSYS). En esta mesa, y en el posterior debate, se destacaron las aportaciones al mantenimiento industrial las labores de seguridad y salud, su extenso marco normativo y las oportunidades de mejora que hay en estos campos, como la acreditación de empresas especializadas.

Para Fernando Guerrero, “la gestión del conocimiento es lo más importante” puesto que “cada mantenimiento es distinto en cada fábrica y cada día” resultando imprescindible “la coordinación empresarial y el control interno de ésta”. Sobre el marco normativo sostuvo que es extenso, haciendo también hincapié en la formación, destacando el peso de “los carnets profesionales”.

Laura Merino recordó que la industria química tiene un índice de accidentes muy bajos ya que la seguridad industrial es anterior a la prevención, siendo un concepto muy arraigado desde siempre. La representante de FEIQUE determinó “que no solo hay que controlar la documentación sino que también hay que hacer un trabajo de campo” poniendo como ejemplo a seguir en este sentido a la Asociación Empresarial Química de Tarragona (AEQT). Asimismo citó las prisas como la causa principal de los accidentes en labores de mantenimiento.

César Velayos alertó de que “en el mantenimiento hay problema de concreción, hay mucha confusión de cómo enfocar desde el punto de vista legal la gestión, hay que disponer de una base legal”. Igualmente, propuso que “el promotor debería presentar un documento genérico para facilitar el delimitar responsabilidades, evaluando los riesgos”.

La mesa redonda sobre “seguridad y salud en actividades de conservación de infraestructuras” contó con la intervención de Pablo Orofino, técnico del INSHT, Jorge Goldaracena, vocal de ECSYS, y Pablo Jarillo, presidente de ECSYS. Durante las intervenciones de los ponentes, y los participantes en la misma, se incidió en temas como la designación del coordinador de seguridad y salud en obras de conservación de infraestructuras sin un proyecto visado, las medidas que deben adoptarse para la “Coordinación de actividades empresariales” y otros temas vinculados al RD 1627/97, como la necesidad de que en los proyectos se contemplen las previsiones y las informaciones útiles para efectuar, en las debidas condiciones de seguridad y salud, los previsibles trabajos posteriores (entre ellos los de mantenimiento).

Pablo Orofino explicó que, ante actividades de conservación y mantenimiento, “hay que plantearse si hago una obra de construcción o no” para actuar en consecuencia. Sobre la normativa, sostuvo que esta es “muy profusa y difusa; cuanto más acoto, más restrinjo, y lo que se trata es de flexibilizar”. Orofino indicó que el INSHT pone a disposición de los prevencionistas tres guías, además de la “mejor web normativa de Europa”, muy intuitiva. Jorge Goldaracena aclaró que los técnicos en PRL “no son expertos en todos los temas”. También se quejó de la precaria calidad en la formación de los trabajadores. Sobre los riesgos evitables –en concreto, el de atropello– ilustró a los asistentes con 2 vídeos que mostraron unas soluciones eficaces.
Pablo Jarillo clausuró la jornada, sentenciando que “no hay que perder de vista al trabajador”, reiterando que “a veces no se sabe lo que pide el legislador”.

Fuente: http://www.ecsys.es