La subcontratación de obras y servicios constituye una práctica empresarial tradicionalmente presente en muchas ramas de actividad como es, por ejemplo, el caso de la industria química y farmaceútica; también en construcción y en la fabricación de automóviles. No obstante en las últimas décadas se ha incrementado el uso de esta práctica de gestión y, con ello, el interés por conocer mejor sus efectos en variados ámbitos de la vida de la empresa: en el de la calidad de la producción o servicio, en la productividad, en el volumen de empleo y en las condiciones de ésta.
El recurso a la subcontratación, a menudo para centrarse en el núcleo de la actividad, pero también para gestionar las cargas de trabajo fluctuantes, constituye un mecanismo que permite a la empresa disponer de recursos humanos y técnicos sin ampliar su propia plantilla. El recurso a un especialista externo puede mejorar la calidad y reducir el coste de un producto, pero ello también supone una parcial pérdida de la capacidad de gestión del proceso de producción. La subcontratación permite a la empresa ajustar mejor el trabajo a la demanda, sustituyendo las relaciones laborales (rígidas) por relaciones comerciales (flexibles).
A las prácticas de subcontratación habitualmente se las señalan como generadoras de mayores riesgos para la seguridad de los colectivos implicados que si estas actividades las realizara plantilla propia de la empresa. Por el contrario, otros expertos argumentan que la vía de especialización por parte de empresas que prestan servicios o producción al contratista supone un mejor control sobre ciertos riesgos laborales asociados a esa actividad, al disponer de mayor cualificación específica, experiencia y equipos especializados.
Para indagar sobre todas estas cuestiones coordinacionempresarial.com comparte con sus lectores el «Estudio de los sectores económicos en los que se recurre habitualmente a la contratación y subcontratación de obras y servicios», del Departamento de Investigación e Información del INSHT. Ver INFORME_contratas_final_feb_2010