La intoxicación por metales pesados (mercurio y, con toda probabilidad, cinc y plomo) de los trabajadores de la empresa Ingenería y Montajes del Norte (IMSA), se debió a una «atroz incompetencia» tanto de la compañía Asturiana de Zinc (Azsa) como de la propia compañía del montaje. Esto lo declaró el pasado viernes 14 un portavoz de la Federación de Industria en Asturias. «Los trabajadores de IMSA que operaban en los intercambiadores de la planta de tostación número 4 carecían de equipos de respiración semiautónomos -unas escafandras- y se metieron en la torre sólo con una mascarilla de gasa. Los trabajadores de Azsa, cuando trabajan en la misma zona, sí que tienen esta escafandra», apuntó el portavoz sindical. «Además, tenemos constancia de que no existió supervisión ni por parte de IMSA ni de Azsa, como es su obligación, como obliga la «Coordinación de actividades empresariales» del Ministerio de Trabajo», añadió. CC OO pretende que la empresa contratadora no sea eximida de su responsabilidad «in vigilando».
Algunos de los 32 trabajadores de IMSA que explotan el contrato de la parada de tostación han recibido ya los resultados positivos (el hidrargirismo -intoxicación de mercurio- se diagnostica cuando el trabajador supera los 15 microgramos por litro de sangre, aunque muy pronto desaparece del plasma y, por eso, debe ser analizado en la orina). Otros trabajadores de la compañía todavía no han pasado por la consulta de la mutua contratada por IMSA. «La opacidad de la empresa es absoluta, también de Asturiana de Zinc, así como de los delegados de prevención de riesgos del comité -los cuatro son del sindicato SITAZ-», aseguró un portavoz sindical de UGT. «Esto es gravísisimo», aseguró otro portavoz, de USO. El Principado vigila el desarrollo de la investigación.
Según las primeras hipótesis, el accidente se produjo al apilar los tubos serrados del intercambiador sin la protección debida -aunque esto no está probado-. Los tubos nuevos quedaron cerca de los contaminados y la lluvia torrencial del domingo 2 de diciembre pudiera haber afectado a los nuevos. Asimismo, desde CC OO, se apunta como razón principal los turnos de doce horas -la obra tenía que haber terminado el jueves 29 de noviembre y se alargó hasta el 2 de diciembre- y la falta de equipos de respiración semiautónoma. La Inspección de Trabajo tiene la última palabra.

Fuente: www.lne.es