Riesgos laborales tecnología

En las últimas décadas, el impacto que las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) han tenido en el mundo laboral es ya un hecho incuestionable y con ello la aparición de nuevos riesgos laborales emergentes. El avance tecnológico ha dado lugar a cambios en la forma de trabajar, las herramientas o los dispositivos a utilizar, pero sobre todo ha modificado de forma importante la ubicación y el propio entorno de lo que se conoce como lugar de trabajo.
Este cambio se ha acelerado con motivo de la pandemia global por COVID-19 que ha provocado que, en el caso de España, el teletrabajo se triplicara y la digitalización de procesos creciera de forma exponencial.

Los cambios o modificaciones en los entornos y puestos de trabajo, que han generado las TIC, han sido en gran parte beneficiosos para la seguridad y salud en el terreno laboral. No obstante, es importante tener en cuenta y analizar los nuevos riesgos que puede causar el uso inadecuado de ellas.

A lo largo de este artículo vamos a hablar de estos riesgos emergentes y la forma de evaluarlos. Para ello usaremos como referencia el Documento publicado recientemente por el INSST y coordinado por el Grupo Investig. Trabajo Líquido y Riesgos Emergentes en Sociedades de la Información Universidad UNIR
Trabajo con PVD: Riesgos derivados del avance de TIC. Trabajo líquido y riesgo emergente en las sociedades de la información (Dic.2020)

¿Qué consecuencias puede tener el teletrabajo para la salud?

La fatiga visual, el problema más frecuente

La fatiga visual es considerada el problema más frecuente entre los usuarios de pantallas de cualquier tipo de dispositivo electrónico. El libro blanco de la salud visual de España del año 2019, editado por el Consejo General de Ópticos-Optometristas, recoge un estudio en el que se determinó que el 50% de las personas que usaban pantallas de visualización en el ámbito laboral, sufrían el síndrome visual informático (SVI).

La fatiga visual puede aparecer por diversas causas:

  • Esfuerzo acomodativo excesivo por pasar largos periodos de tiempo realizando enfoques de corta longitud.
  • Cambios acomodativos continuados al manejar diferentes distancias y ángulos de visión: pantalla, teclado, documentos y cambio de unos dispositivos a otros (ordenador-smartphone, principalmente).
  • Trabajo en ambientes con mucha o poca luz.
  • Exceso de trabajo psicosensorial y sobrecarga de mensajes.
  • Estado de vigilancia mantenido en largos periodos de tiempo.
  • Lectura de documentos en altas resoluciones.
  • Condiciones de la pantalla-entorno: contrastes, luminancia, calidad de imagen, reflejos, deslumbramiento, etc.
  • Otros: condiciones climáticas cambiantes, largas jornadas de trabajo, edad, tensión nerviosa, trastornos del sueño, defectos de re-fracción como miopía, vista cansada, etc.

Trastornos musculoesqueléticos

La Agencia Europea para la Seguridad y la Salud en el Trabajo, a través de su segunda encuesta europea de empresas sobre riesgos nuevos y emergentes (ESENER-2), pone de manifiesto que el segundo factor de riesgo registrado con mayor frecuencia en las empresas son las posturas dolorosas, como permanecer sentados durante largos periodos de tiempo. Cuando las principales herramientas de trabajo son los dispositivos tecnológicos y el marco laboral es un escenario móvil en continuo cambio, hay un problema añadido respecto a los hábitos posturales desarrollados, dada la falta de un lugar fijo de trabajo diseñado de acuerdo con condiciones ergonómicas y la escasez de control respecto al establecimiento de pausas.

Pero no son sólo los malos hábitos posturales los que desencadenan TME, cada vez existen más estudios que intentan establecer una relación de los TME con la exposición a factores de riesgo psicosocial de tipo organizativo, como la sobrecarga de trabajo, el elevado nivel de exigencia en la realización de tareas, la presión de plazos de entrega, la disponibilidad horaria total con largas jornadas de trabajo incluyendo fines de semana y festivos, etc.

Carga mental, factores y trastornos psicosociales

El avance cada vez más rápido de la filosofía enmarcada en el e-work, en un entorno de trabajo líquido donde surgen continuamente nuevas formas organizativas, conduce a que el componente mental adquiera cada vez más protagonismo en detrimento del componente físico. Esto conlleva, principalmente, sobrecarga cognitiva y emocional.

La incorporación de los smartphones al mundo laboral ha supuesto un gran incremento en este tipo de tecnoestrés, puesto que posibilita la realización de múltiples tareas desde cualquier lugar y en cualquier momento, más allá del horario laboral y del entorno físico de trabajo.

Las consecuencias para la salud más relevantes del tecnoestrés, en cualquiera de sus formas, giran en torno a dos dimensiones: síntomas afectivos o ansiedad relacionada con el alto nivel de activación psicofisiológica del organismo y desarrollo de actitudes negativas hacia las TIC. De todo ello, se pueden derivar principalmente problemas musculares, dolores de cabeza, tras-tornos del sueño y gastrointestinales, aislamiento social, dificultad para concentrarse, irritabilidad e, incluso, si el problema se cronifica, puede llegar a desarrollar síndrome de burnout.

CUESTIONARIO PVD: RIESGOS

El estudio termina con una encuesta que permite conocer qué tipos de dispositivos electrónicos emplean los trabajadores y trabajadoras durante su jornada y su relación con una serie de aspectos tales como frecuencia de utilización, patrón de uso y sintomatología asociada a problemas de fatiga visual, mental y postura