Cada año leemos en la prensa accidentes de trabajadores de mantenimiento, que en operaciones de limpieza en interiores de depósitos o en espacios no bien ventilados sufren intoxicaciones o en trabajos de soldadura se han producido incendios y explosiones al intervenir en instalaciones con residuos inflamables no eliminados previamente. Estos accidentes podían haberse evitado si se hubieran tomado las medidas pertinentes, las cuales deberían de ir registradas en el  «permiso de trabajo».
Todo trabajo de mantenimiento debe ir acompañado de una «autorización o permiso de trabajo» el cual se elabora en la fase de planificación. Hay que diferenciar el procedimiento «permiso de trabajo» del procedimiento o «instrucción de trabajo» de cómo realizar una tarea intrínsecamente peligrosa.  La diferencia estriva en que el «permiso de trabajo»  lo que persigue, es garantizar que, antes de la realización de cualquier intervención que pueda considerarse crítica y que por tanto debe estar tipificada (mediante la «instrucción de trabajo») , los responsables del área o instalación en la que se va a intervenir y del trabajo a realizar se han asegurado de que están aplicadas las medidas preventivas necesarias y los trabajadores que vayan a ejecutar los trabajo las conocen y están en condiciones de aplicarlas.

Trabajos peligrosos que requieren autorización previa son:
a) Trabajos eléctricos
b) Trabajos en lugares en los que existen o procesan productos químicos peligrosos
c) Paradas y puestas en marcha
d) Trabajos de mantenimiento en instalaciones o equipos peligrosos
e) Trabajos en espacios confinados

Fuente: Nº64 Revista Seguridad y Salud en el Trabajo